Esas decisiones no tomadas, esas que tomaste. Todo lo que hiciste y lo que no hiciste. Lo que quisiste hacer pero no te lo permitiste. Aquellos errores cometidos aquellos no cometidos. Todas las veces que tu razón fue más rápida que el corazón e hizo que tu vida se rompiese en mil pedazos. Cuando el corazón fue lo único y fuiste feliz. Cuando te dolió. Cuando pasaste noches en vela pensando en aquello que hiciste o en lo que deberías haber hecho. Cuando no sepas qué hacer, cuando sepas exactamente qué hacer... Decide cuando fuiste tú, repítelo una y otra vez hasta que te quede grabado. A lo mejor hubo momentos en que no fuiste tú mism@, pero no olvides que tú eres todo lo que has hecho, lo que no, lo que harás, lo que no. Todas y cada una de tus decisiones y de tus impulsos.