Barcelona amanecía como cualquier otro día de invierno
cualquiera. El cielo se llenaba de tonos rojizos, tonos cálidos que
contrastaban con las temperaturas.
Los pájaros saltaban de rama a rama, despertando el día poco
a poco con sus voces tan admiradas siempre excepto a esas horas intempestivas.
Las calles, que siempre estaban llenas de gente, se
encontraban vacías, excepto por algún trabajador que empezaba su turno. Y Àxel.
Àxel, como cada día de Navidad, había madrugado mucho. Su
despertador había sonado a las cinco y media de la mañana. Se había levantado
con una sonrisa. Sin encender ninguna luz había atravesado su minúsculo
apartamento. Había llegado al pequeño cuarto "de fotógrafo" que decía
él.
El día de Navidad era un día especialmente bueno para fotografiar
el amor.
La fotografía era su máxima pasión. Le encantaba ponerse
detrás de un objetivo y capturar aquellos pequeños momentos que parecía que
nadie más veía. Aquel niño que se reía sin sentido, aquella pareja enamorada
que se miraba con ojitos de amor...
Su primera cámara "de verdad" había sido una Polaroid
que se compró con su primer sueldo al cumplir los dieciocho. Su primera foto se
la hizo a la dependienta que se le había vendido. Era el día de Navidad. En
cuanto llegó a casa colgó esa foto en la pared azul que había en su cuarto (sí,
sólo había una pared azul).
Volvió a salir y continuó haciendo fotos. Se sentía
transportado. Paró a varios turistas y les hizo fotos. No paró hasta
prácticamente las doce de la noche.
Desde ese suceso había pasado muchísimo tiempo. Àxel había
estudiado fotografía, y se podía decir que había llegado a ser "fotógrafo
profesional".
Pero los estudios eran indiferentes a todo lo que había
aprendido aquel primer día de Navidad, con su primera cámara, con su primera modelo.
A partir de ese día, cada Navidad, salía a la calle y hacía fotos.
Retrataba el amor en cualquier modo. Esos momentos que están
llenos de amor aunque no sea evidente. Esos momentos de felicidad espontánea y
gratuita.
Àxel sonreía mientras se sentaba en el andén del metro. Se
podía pasar horas sentado allí, buscando el momento idóneo. Y siempre llegaba.
Siempre a la misma hora. Ese punto en el que alguien, igual que él, se sentaba
en el andén del metro, cámara en mano, esperando el momento idóneo.
Qué buena manera de pasar la Navidad! la verdad, incluso me dieron ganas de seguir su ejemplo!
ResponderEliminarLindo relato y linda perspectiva la de nuestro muchacho :D
Un relato muy tierno. Bonita afición, que a la vez es un tic. Feliz navidad.
ResponderEliminarHola!
ResponderEliminarUn texto muy lindo, la idea está buena. Tendrías que revisar un poco la puntuación y varias palabras que se repiten, como en la primera oración, por ejemplo, con la palabra "cualquiera"; y en el último párrafo con la palabra "idoneo". Puedes solucionarlo si utilizas sinónimos. Te ayudará leer el texto en voz alta.
Muchas Felicidades!!
Que tengas un gran año :-)
Muchas gracias a todos!
ResponderEliminarFeliz Navidad!
(seguiré tu consejo Patricia)
Es muy linda su forma de pasar la Navidad, pero también me ha resultado muy solitaria!! Me hizo pensar en Axel como en el espectador de una vida emocionante, pero invisible a los ojos de todos.
ResponderEliminarCoincido con el consejo de Patricia y además agrego algo a la frase de la pared azul: si sólo dices "la única pared azul de su habitación" te ahorras esa distracción entre comillas.
Muy felices fiestas!! Hasta el año próximo. Beso!!
También me resultó muy tierno :3
ResponderEliminarbesote y felices fiestas!!
¡Hola! Es un relato muy interesante, un tic muy hermoso y conmovedor. ¡Saludos!
ResponderEliminarSinceramente me pareció un relato inconcluso. Tal vez podría haber tomado una foto interesante, trágica o hasta cómica, pero hasta donde dejaste la narración, me dijo muy poco.
ResponderEliminarTe deseo FELIZ AÑO NUEVO : Doña Ku
La idea del relato es buena, aunque tampoco se trata de un tic sino de un hábito (no te preocupes, muchos caímos en el mismo error). Me hubiera gustado que desarrollaras un poco más al personaje en vez de solo describirlo, pero ya será para la otra.
ResponderEliminarSaludos y feliz año nuevo
Suena como un bonito hábito. Podría hacerlo cualquier día, pero es mejor guardar esas cosas para situaciones especiales.
ResponderEliminarSobre el último párrafo, no sé si comprendí... ¿fotografía fotógrafos? ¿O a quienes le recuerdan el entusiasmo de su primera foto?