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Reflexiones improvisadas

La vida está llena de momentos maravillosos. Momentos de risa infinita, momentos de llanto indeseado, momentos de duda existencial, momentos de histeria, momentos de rabia que explota.
A veces, pensamos que los momentos buenos son sólo aquellos que nos hacen sentir bien, que nos dejan con un buen sabor de boca. Pero no tiene por qué ser así.
Hay momentos que pasan, miradas que se cruzan, y no tiene por qué ser especial.
A veces el miedo trae tranquilidad con él, a veces las estrellas saben a frío.
No tiene por qué ser todo bonito, pero eso no quiere decir que la vida deje de ser una maravilla.

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