Ir al contenido principal

Reflexiones improvisadas

La vida está llena de momentos maravillosos. Momentos de risa infinita, momentos de llanto indeseado, momentos de duda existencial, momentos de histeria, momentos de rabia que explota.
A veces, pensamos que los momentos buenos son sólo aquellos que nos hacen sentir bien, que nos dejan con un buen sabor de boca. Pero no tiene por qué ser así.
Hay momentos que pasan, miradas que se cruzan, y no tiene por qué ser especial.
A veces el miedo trae tranquilidad con él, a veces las estrellas saben a frío.
No tiene por qué ser todo bonito, pero eso no quiere decir que la vida deje de ser una maravilla.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Revolución 7 - Viaja sin moverte de casa

Esta revolución está pensada para relajarte. Debes visualizar un lugar tranquilo, ese lugar en el que te gustaría estar. Ahora mismo ya estoy relajada, quizás no tranquila, pero vamos, que mi vida no es un tren sin frenos. Primero, he empezado a buscar pisos en Airbnb (soñar es gratis, ¿vale?). Me encantaría viajar a Italia o a París, a un lugar lleno de tranquilidad, donde la gente hable una lengua distinta a la mía y que es música para mis oídos (de vez en cuando veo una película en francés así sin subtitulos ni nada sólo por el gusto de escuchar el idioma).  Luego he pensado que eso estaría muy bien, que sería muy relajante y me llenaría mucho. Pero... No es lo que más me apetece. Yo, cuando pienso en viajar pienso en coger un avión, o hacer un largo viaje en tren o en coche.  Pero, viajar con la mente es otro tema. Ahora mismo, viajando con la mente, donde más me apetece ir es  a bailar. Salir de noche, maquillarme, incluso ponerme tacones (unas botas de estas que si

Tics de Navidad

Barcelona amanecía como cualquier otro día de invierno cualquiera. El cielo se llenaba de tonos rojizos, tonos cálidos que contrastaban con las temperaturas. Los pájaros saltaban de rama a rama, despertando el día poco a poco con sus voces tan admiradas siempre excepto a esas horas intempestivas. Las calles, que siempre estaban llenas de gente, se encontraban vacías, excepto por algún trabajador que empezaba su turno. Y Àxel. Àxel, como cada día de Navidad, había madrugado mucho. Su despertador había sonado a las cinco y media de la mañana. Se había levantado con una sonrisa. Sin encender ninguna luz había atravesado su minúsculo apartamento. Había llegado al pequeño cuarto "de fotógrafo" que decía él. El día de Navidad era un día especialmente bueno para fotografiar el amor. La fotografía era su máxima pasión. Le encantaba ponerse detrás de un objetivo y capturar aquellos pequeños momentos que parecía que nadie más veía. Aquel niño que se reía sin sentido, aquella

Revolución 15 - Música para el optimismo

Estas últimas revoluciones me están encantando. Aunque en esta en concreto no lo he hecho bien hasta ahora. Os cuento. A mí me ENCANTA crear listas de reproducción. Asociadas a un sentimiento, a una persona, a lo que sea. Ahora mismo estoy pasando por un duelo. Me gusta pasarlo mientras estoy coja porque así mi ajetreo habitual no está, y estoy siendo más consciente de cuáles son mis fases del duelo, creando nuevos mantras, etc. Mi primera fase (una fase que duró muy poco) fue de negación. "Nada es irreversible" "puede que no sea definitivo". Lo típico. Una semana después superé esta fase, y entré en la fase de tristeza. Durante estas semanas de la fase de tristeza he ido intercalando listas de reproducción. A ratos escuchaba la lista de canciones marchosas de Mònica, a ratos escuchaba una lista que se llamaba "Broken Heart". Mis canciones favoritas en esta lista eran: Stay with me , de Sam Smith; Someone like you , de Adele; Goodbye my lover , de J