¿Por qué tanto pensar?
¿Por qué tenemos esos aprendizajes tan metidos en nuestras cabezas que no podemos ignorarlos?
"Es que siempre lo he hecho así". Y ya está, es el final.
No hay algo más complicado y más necesario que cambiar nuestra forma de pensar, de ver, de mirar.
Muchas veces ni siquiera nos damos cuenta de lo absurdo que es algo que estamos pensando hasta que lo decimos en voz alta y sentimos lo que esas palabras nos hacen sentir.
No sé a vosotros, pero a mí me pasa demasiado a menudo que cuando digo en voz alta algo a lo que llevo tiempo dándole vueltas me doy cuenta instantáneamente de que era muchísimo más fácil de lo que creía.
Quizás lo único que haga falta sea dejarse llevar. No pensar tanto en los porqués, ni en los cómo, ni en los "qué pasará luego".
Quizás ha llegado el día en que de una vez por todas nos dejemos llevar por el instinto. Y no para hacer locuras o peligrosidades, sino para vivir plenamente una vida que no debería ser de nadie más que nuestra.
¿Por qué tenemos esos aprendizajes tan metidos en nuestras cabezas que no podemos ignorarlos?
"Es que siempre lo he hecho así". Y ya está, es el final.
No hay algo más complicado y más necesario que cambiar nuestra forma de pensar, de ver, de mirar.
Muchas veces ni siquiera nos damos cuenta de lo absurdo que es algo que estamos pensando hasta que lo decimos en voz alta y sentimos lo que esas palabras nos hacen sentir.
No sé a vosotros, pero a mí me pasa demasiado a menudo que cuando digo en voz alta algo a lo que llevo tiempo dándole vueltas me doy cuenta instantáneamente de que era muchísimo más fácil de lo que creía.
Quizás lo único que haga falta sea dejarse llevar. No pensar tanto en los porqués, ni en los cómo, ni en los "qué pasará luego".
Quizás ha llegado el día en que de una vez por todas nos dejemos llevar por el instinto. Y no para hacer locuras o peligrosidades, sino para vivir plenamente una vida que no debería ser de nadie más que nuestra.
Comentarios
Publicar un comentario