La idea es la siguiente. Si no he entendido mal, la luz natural tiene el espectro de la luz azul (es decir, que dentro del espectro de la luz blanca, tiene la franja que correspondería al color azul).
En cambio, las bombillas que tenemos en casa, (a no ser que sean de "amplio espectro", es decir, específicas para que se asemejen a la luz natural), no incluirían el azul dentro de su espectro. Por esto es importante que intentemos pasar más tiempo en el exterior, que disfrutemos de los beneficios de la luz natural, especialmente si los complementamos con algo de ejercicio físico.
A parte de ponernos morenos todos hemos notado que el sol nos sienta bien. Hace que aumenten nuestros niveles de serotonina ayuda a funcionar a la vitamina D, que es la encargada de la absorción del calcio, etc.
No sé vosotros pero yo este año he estado esperando el sol como agua de mayo. Sí, hay sol durante todo el año pero es muchísimo más cómodo salir a tomar un baño de luz azul cuando no hace frío.
Además, se recomienda dormir con la persiana abierta (en caso de que no haya un horario complicado que no lo permita). De esta manera, conseguiríamos que nuestro organismo se active gracias a esta luz, y antes de dormir vayamos apagando la luz, para que nuestro organismo se relaje.
Ésta es una de esas revoluciones que me va a ayudar a establecer una rutina para este nuevo tiempo. Ya no tengo que estar todo el día con el pie en alto, en un tedioso reposo, etc.
Ahora empiezo la recuperación, lo que significa que voy a tener nuevos retos y nuevos objetivos.
Por ahora, mis baños de sol están cubiertos, de sobras, pero no quiero olvidarlo cuando mi vida vuelva a ser un ajetreo constante.
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