Ir al contenido principal

Revolución 2 - Hazte amiga de tu cuerpo

Hoy es un trabajo más duro que ayer. Lo primero que debemos hacer es pensar en todo aquello que nuestro cuerpo nos ha dado a lo largo de nuestra vida. Esos buenos momentos en los que nos ha dado placer, todos esos lugares a los que nuestras piernas nos han llevado, la vida que tenemos y que hemos tenido. Nuestro cuerpo nos ha permitido, en cierta manera, existir.

¿Y cómo se lo agradecemos?

Este es el primer ejercicio. Pensar en aquello que hacemos únicamente por y para nuestro cuerpo. Parece que no debamos hacer nada ¿no? Cubrir las necesidades fisiológicas, evitar sufrir accidentes y poco más.

Pues lo que nos plantea Elsa a continuación es lo siguiente: debemos tratar a nuestro cuerpo como si de un amigo se tratase.
Propone que hagamos una lista de cosas que haríamos por un amigo, y que intentemos hacer estas mismas cosas por nuestro cuerpo. De esta forma, conseguiremos ser más felices en el, estar menos cansados y estresados, sentirnos con más energía, todo.

Mi lista será de trece cosas, como me enseñó una historia que me gustó mucho. Cosas que personalmente me gusta hacer con mis amigos:

  1. Darles cariño. Me gusta que las personas a las que quiero se sientan queridas. 
  2. Divertirme con ellas. Me gusta mucho reír, y aún me gusta más reír con amigos. 
  3. Ir a sitios que les gustan.
  4. Hacerles fotos.
  5. Escuchar sus problemas y sus logros.
  6. Compartir secretos con ellos. 
  7. Ayudarles siempre que puedo.
  8. Pedirles consejo.
  9. Caminar.
  10. Cantar.
  11. Bailar.
  12. Cuidar de ellos cuando están enfermos. 
  13. Viajar.
Sí, hay cosas que obviamente haces con tu cuerpo ¿no? Pero a veces no lo sentimos plenamente. Normalmente nos concentramos en algo que hacemos con el cuerpo, no en el cuerpo en sí. 
Eso es lo que personalmente quiero cambiar. 

También hay cosas que yo sé que no hago con mis amigos, y también me parecen importantes. Yo no critico a mis amigos. Si hay algo que no me gusta de ellos, intento hablarlo, pero siempre desde el cariño, no suelo tratarlos mal. En cambio, si algo no me gusta de mi cuerpo me enfado con él, lo culpo. No quiero hacer esto. 

Al fin y al cabo, mi cuerpo, y cualquier cuerpo, es perfecto tal y como es. Simplemente es como es. Es un cuerpo que  está vivo, ¿no? ¿Cómo vamos  a encontrarle un defecto? Todos somos fuerzas de la naturaleza, llenos de vida, que respiramos y crecemos continuamente. 

Esa paz mental que siento yo estando en mi bañera, caliente, llena de burbujas. Esa paz es perfecta. Es la paz de mi cuerpo perfecto. Y ni puedo ni quiero pedirle más.

¡Mucha alegría!

Comentarios

Entradas populares de este blog

Tics de Navidad

Barcelona amanecía como cualquier otro día de invierno cualquiera. El cielo se llenaba de tonos rojizos, tonos cálidos que contrastaban con las temperaturas. Los pájaros saltaban de rama a rama, despertando el día poco a poco con sus voces tan admiradas siempre excepto a esas horas intempestivas. Las calles, que siempre estaban llenas de gente, se encontraban vacías, excepto por algún trabajador que empezaba su turno. Y Àxel. Àxel, como cada día de Navidad, había madrugado mucho. Su despertador había sonado a las cinco y media de la mañana. Se había levantado con una sonrisa. Sin encender ninguna luz había atravesado su minúsculo apartamento. Había llegado al pequeño cuarto "de fotógrafo" que decía él. El día de Navidad era un día especialmente bueno para fotografiar el amor. La fotografía era su máxima pasión. Le encantaba ponerse detrás de un objetivo y capturar aquellos pequeños momentos que parecía que nadie más veía. Aquel niño que se reía sin sentido, aquella...

Pensando, pensando, me acabé estampando

¿Por qué tanto pensar? ¿Por qué tenemos esos aprendizajes tan metidos en nuestras cabezas que no podemos ignorarlos? "Es que siempre lo he hecho así". Y ya está, es el final. No hay algo más complicado y más necesario que cambiar nuestra forma de pensar, de ver, de mirar. Muchas veces ni siquiera nos damos cuenta de lo absurdo que es algo que estamos pensando hasta que lo decimos en voz alta y sentimos lo que esas palabras nos hacen sentir. No sé a vosotros, pero a mí me pasa demasiado a menudo que cuando digo en voz alta algo a lo que llevo tiempo dándole vueltas me doy cuenta instantáneamente de que era muchísimo más fácil de lo que creía. Quizás lo único que haga falta sea dejarse llevar. No pensar tanto en los porqués, ni en los cómo, ni en los "qué pasará luego". Quizás ha llegado el día en que de una vez por todas nos dejemos llevar por el instinto. Y no para hacer locuras o peligrosidades, sino para vivir plenamente una vida que no debería ser d...

Revolución 15 - Música para el optimismo

Estas últimas revoluciones me están encantando. Aunque en esta en concreto no lo he hecho bien hasta ahora. Os cuento. A mí me ENCANTA crear listas de reproducción. Asociadas a un sentimiento, a una persona, a lo que sea. Ahora mismo estoy pasando por un duelo. Me gusta pasarlo mientras estoy coja porque así mi ajetreo habitual no está, y estoy siendo más consciente de cuáles son mis fases del duelo, creando nuevos mantras, etc. Mi primera fase (una fase que duró muy poco) fue de negación. "Nada es irreversible" "puede que no sea definitivo". Lo típico. Una semana después superé esta fase, y entré en la fase de tristeza. Durante estas semanas de la fase de tristeza he ido intercalando listas de reproducción. A ratos escuchaba la lista de canciones marchosas de Mònica, a ratos escuchaba una lista que se llamaba "Broken Heart". Mis canciones favoritas en esta lista eran: Stay with me , de Sam Smith; Someone like you , de Adele; Goodbye my lover , de J...