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Revolución 3 - Una caja para mimarme

Esta revolución me ha hecho pensar en una caja que, de hecho, ya tengo. Mi caja no estaba pensada para mimarme, sino para relajarme.

La idea de la caja para mimarme es guardar en ella todo tipo de cosas que te hagan sentir bien, lo que sea, cualquier cosa. Por ejemplo podrías guardar chocolate si te gusta, una determinada colonia o algo por el estilo.

En mi caja, como era para la relajación (o para la rutina de dormir) había cosas más variadas. Algunas de ellas las voy a conservar, otras no, y algunas aún me faltan.




Primero, tengo el pequeño libro del Mindfulness. En este libro se incluyen muchos consejos para conectar, para vivir cada momento plenamente. Lo uso sobretodo cuando estoy nerviosa o me siento perdida, para volver a conectar conmigo y para poder aprovechar el momento. 











Después, tengo una crema que sirve para relajarse. Es una especie de roll-on que sirve para hacer masajes en puntos que pueden ser relajantes, como en el entrecejo, en las sienes... Tiene un olor como de menta, y ayuda a favorecer el riego sanguíneo y  a relajar la cara.  



Me gusta mucho esta crema. Es de manos y cutículas (yo siempre me muerdo las cutículas, así que necesito mucho cuidar mis manos para que no se vean tan mal).

Además, la compré ahora hace un año, un día muy importante de mi vida. 







Después, hay cosas que me faltan: 



Por un lado, me faltan cosas que huelan bien. Velas aromáticas, mi Roibos Safari preferido.





Por otro lado, necesito también cosas del mar. Había pensado guardar un poco de tierra en un frasco de cristal, algunas piedras de la playa, algunas conchas que me gusten. 







También pensé en guardar algunas fotos que me gusten, amaneceres, atardeceres, fotos de naturaleza, fotos de momentos bonitos, momentos en los  que me sentí feliz. 








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